La prueba, que cambia el curso que viene según la
LOMCE, se seguirá haciendo en las facultades, corregidas por funcionarios y la
nota final servirá para todos los campus.
El examen que sustituirá a la actual Prueba de Acceso a la
Universidad (PAU, la conocida Selectividad) arrancará el curso que viene con
menos cambios de los que se preveían con la reválida de bachillerato que
introdujo la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la
reforma educativa del PP. Se seguirá haciendo en las facultades, corregidas por
funcionarios y con una nota final que servirá para todos los campus.
El Ministerio de Educación y los rectores anuncian hoy los
cambios que han negociado. Queda pendiente el visto bueno de las comunidades
autónomas. El Ministerio de Educación aparcó el verano pasado, después de unas
elecciones regionales que limitaron sensiblemente el peso político del PP en
las comunidades autónomas, la orden en la que incluía las reglas para la futura
reválida de bachillerato que recoge la LOMCE y que debe sustituir a la actual
Selectividad a partir del curso próximo.