Para frenar la situación de inseguridad jurídica del alumnado, CCOO
pide a los partidos que se han opuesto a la LOMCE y las reválidas que
presenten al Congreso una propuesta de Ley ordinaria con carácter de
urgencia y un solo punto: el cambio en el calendario de los efectos de
la reválida para el acceso a la universidad y la prorrogación de las
Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU).
El borrador de orden ministerial que determina las características de las reválidas filtrado ayer a la prensa (http://www.magisnet.com)
contiene, pese a estar plagado de errores de corta y pega e
incongruencias, indicaciones precisas sobre su contenido. Cada prueba
tendrá entre dos y 15 preguntas, que podrán ser de opción múltiple con
una sola respuesta correcta inequívoca; semiabiertas; y abiertas.
La reválida de ESO finalizará antes del 24 de junio. Por su parte, la reválida de Bachillerato acabará antes del 10 de junio.
El resultado de la reválida será tenido en cuenta para el acceso a
estudios universitarios. Para ello, deberá ser superior a 4 puntos. En
la calificación de acceso, la reválida contará un 40 % y la nota media
de Bachillerato un 60 %. Para entrar a la universidad, esta nota debe
ser igual o superior a 5 puntos.
Sin embargo, la normativa da carta blanca a los campus para preparar
sus propias pruebas, de manera de se rompe el “distrito único”. Como
ningún campus estará obligado legalmente a reconocer ni la nota de la
reválida ni las pruebas de otras universidades, el alumnado de 2º de
Bachillerato no puede saber qué y cuántos exámenes tiene que preparar ni
dónde y a qué precio.
En este sentido, la Federación de Enseñanza de CCOO denuncia que el
profesorado de 2º de Bachillerato no tiene la información necesaria para
preparar un curso fundamentalmente propedéutico, cuyo éxito depende de
unas pruebas de las que, a menos de ocho meses para su celebración, no
se sabe nada. Tampoco existe ninguna indicación respecto a los exámenes
de las universidades.
Estándares de aprendizaje impregnados de ideología conservadora
A pesar de la mala calidad técnica del borrador, se puede apreciar que los estándares de aprendizaje evaluables son un desatino científico y pedagógico y están marcadamente impregnados de ideología conservadora.
Por ejemplo, el Ministerio de Educación considera saberes comparables
el filosófico, el científico y el teológico. Y los programas de economía
y de empresa no tienen contenidos sobre el trabajo, ni sobre el paro,
la precariedad, la deslocalización, las migraciones, la industria 4.0 y
la digitalización, la fiscalidad, la desigual distribución de la
riqueza, las políticas públicas o el estado del bienestar… No parece que
sea necesario estudiar los problemas económicos fundamentales de la
realidad económica en que vivimos.
Es evidente que el Ministerio vulnera los derechos del alumnado y es
incapaz de organizar el trabajo del profesorado para cumplir sus
objetivos, además de ser responsable de dejadez administrativa. Publicó
el Real Decreto de reválidas el 30 de julio, sábado, sin profesorado en
los centros para poder programar el curso. Todavía no ha publicado la
orden ministerial con las instrucciones concretas y no está claro que
pueda hacerlo antes del 30 de noviembre, como manda su propio Real
Decreto. El borrador que acabamos de conocer, además de chapucero, es
sustancialmente diferente del que dictaminó el Consejo Escolar del
Estado conjuntamente con el borrador del Real Decreto. Por ello es
necesario volver a dictaminar. Pero el Consejo Escolar no tiene
presidente ni vicepresidenta ni secretario. Nadie puede convocarlo a día
de hoy. Por lo tanto, no puede dictaminar.
Recorte de 4.000 millones de euros
Es posible que el caos en el acceso pretenda un descenso del alumnado
universitario, ya de por sí mermado, lo que ayudaría al Gobierno a
recortar buena parte de los 4.000 millones de euros que ha prometido a
Bruselas en su plan de estabilidad.
Para frenar las consecuencias nefastas y difícilmente reversibles de
las reválidas para miles de estudiantes, CCOO propone a los partidos
políticos que se han opuesto a la LOMCE y a las reválidas que presenten
al Congreso una propuesta de Ley ordinaria, con carácter de urgencia, y
un solo punto: el cambio en el calendario de los efectos de la reválida
para el acceso a la universidad y la prorrogación de las PAU.
Los partidos han presentado propuestas no de ley en este sentido,
incluso proposiciones de ley que contienen estos puntos. Pero no hay
tiempo para el alumnado de Bachillerato. Hay que simplificar los
trámites para llegar a tiempo y no vulnerar sus derechos, porque son
derechos para este curso con consecuencias para toda su vida.