miércoles, 1 de febrero de 2017

CCOO defiende que la resolución pacífica de los conflictos y el respeto a la diversidad reciban un tratamiento cotidiano en las aulas

30 de enero, Día Escolar de la Paz y la No Violencia

La Federación de Enseñanza de CCOO pide al profesorado que el 30 de enero dedique un espacio de su actividad docente a trabajar con su alumnado los objetivos de la paz y la no violencia, con actuaciones específicas, y que mantenga un tratamiento cotidiano de esta temática a lo largo del año.

La fecha del 30 de enero, Día Escolar de la No Violencia y la Paz, conmemora la muerte de Gandhi en 1948 y nos recuerda expresamente la
necesidad de abordar en las aulas la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos y la paz. CCOO subraya que tenemos muchos motivos para tratar el tema en nuestras aulas y centros, no solo en esta fecha simbólica, sino como tema transversal en todas las áreas y todos los días del año.


En concreto, tenemos a las puertas de Europa, esperando una entrada que nunca llega, a más de un millón de personas refugiadas, en un invierno de temperaturas polares, sin techo, sin estufas, sin mantas, sin comida… Mientras nuestro gobierno limita su acogida, muchas, niñas y niños incluidos, pueden morir de frío.

Asimismo, millones de personas están sufriendo las consecuencias de la guerra en su país (Siria, Afganistán, Egipto, Yemen, Palestina…). Miles mueren cada año y muchas más se ven obligadas a abandonar su casa, sus amigos, su vida, a causa de conflictos generados por cuestiones económicas, políticas, ideológicas o religiosas.

En todos los casos, quienes más sufren son los grupos estructuralmente más debilitados: las personas con menos recursos económicos, las niñas y niños, las mujeres, que, además, son frecuentemente violadas. Los derechos humanos o los derechos de la infancia, admitidos mundialmente, desaparecen en demasiadas situaciones.

Pero la violencia no solo se encuentra en situaciones de grandes conflictos. Desgraciadamente, en nuestras sociedades sin guerra muchas personas están sometidas a una violencia cotidiana, en ocasiones visible, en ocasiones soterrada, que acaba con su vida o que les impide un desarrollo personal adecuado y digno. Nos referimos a la violencia machista, que produce un elevado número de muertes cada año o una vida penosa para miles de mujeres en nuestro país. O al acoso escolar, por el que algunos niños y niñas han llegado al suicidio. O a las actuaciones homófobas por parte de intolerantes, también en nuestras aulas.

Determinados discursos políticos, como los que realiza el recién elegido presidente de EEUU, no hacen sino empeorar las cosas, al reforzar las mentalidades machistas, racistas e insolidarias.

La Federación de Enseñanza de CCOO recuerda que el sistema educativo tiene entre sus funciones la de la formar a las personas como seres sociales, ciudadanos y ciudadanas, y ha de ser profundamente activo en el rechazo a toda violencia y en la difusión y el aprendizaje de una cultura de paz.